El aprendizaje vicario, o modelado, es un aprendizaje que se realiza por observación e imitación. Es un aprendizaje que se da en una situación social en la que debe haber, por lo menos, dos personas: el modelo, que es la persona que va a realizar una conducta, y el sujeto que observa dicha conducta.
Por medio del aprendizaje vicario se transmiten, por ejemplo, los elementos culturales de generación en generación, pero sobretodo, y de lo que os quiero hablar hoy, por medio del aprendizaje vicario aprenden los hijos de sus padres. Por eso es tan importante y por eso me gustaría daros unos consejos con respecto a la educación de esos renacuajos que habitan en nuestras vidas.
– Es muy importante comer todos juntos en la misma mesa. Yo sé que hoy en día, y más en España, donde la conciliación familiar es una utopía y los horarios de cada miembro de la familia no concuerdan casi ni con una «vida normal» es difícil. Además muchos niños comen en los coles o en las guarderías.
Pero aún así hay que hacer un esfuerzo, si no se puede a mediodía, habrá que sentarse todos juntos a la noche. De esta forma ellos pueden aprender todo lo que queramos transmitirle en cuanto al comportamiento en la mesa.
– Dale ejemplo con los alimentos. Esto podría ser parte del punto anterior pero creo que, aunque es algo obvio, merece un apartado propio. Y sí, es algo obvio, pero estoy harta de ver a padres y a madres que comen «cuatro cosas» y luego se sorprenden de que sus hijos les hayan salido «mal comedores» o no les guste la verdura. Y no, si a ti no te ven comer verdura, es difícil que ellos la coman, intenta cocinar ese alimento de alguna forma que te sea agradable para que no te cueste tanto trabajo comértelo. Por ejemplo a mi no me gustan las verduras, pero aquí os dejo una receta de mi crema de verduras con la que nos chupamos los dedos toda la familia.
– Háblales con respeto, y no les grites. En resumen, háblales tal y cómo le hablarías a cualquier otra persona, porque al fin y al cabo, es lo que son, pequeñitos, pero personas. Y sí, sé que es muy difícil no enervarse cuando llevamos un día de perros y ellos llegan con sus pilas duracell corriendo de un lado para otro y poniéndolo todo patas arriba. Yo misma, como sabéis, me he propuesto no gritar porque es una de las cosas que más me cuesta, conservar los nervios (si no lo conoces todavía te invito a que visites el grupo de facebook en el nos echamos una mano En casa ya no se grita).
Cada uno tiene sus métodos, cualquiera es válido, pero si queremos que ellos estén tranquilos, primero tenemos que estarlo nosotros.
– En resumen, si quieres transmitirle a tu hijo cualquier conducta o los valores que tú consideres importantes, sólo tienes que aplicarlos a tu vida diaria y tus hijos lo aprenderán de una forma sencilla.
O ¿¿cómo quieres que tu hijo aprenda a cruzar en verde si a ti te ve hacerlo en rojo?? Difícil, ¿no?.
Tus hijos harán lo que te vean hacer, no lo que les digas que hagan.
¡Anda! Pues no lo hacemos tan mal, comemos los tres juntos al menos una comida al día, o Vikingo y yo solos si Papidire está fuera. No nos gritamos (mentira al perro lo grito aveces, pero es que se hace el sordo), nos hablamos con respeto (menos al perro que me sale un ¡chucho te he dicho que fuera de mi vista! cuando roba comida al niño) y comemos verdurita como si no hubiese mañana. Mira que no me gustaba, pero Papidire me ha reeducado en la alimentación. Un besazo guapa!
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En cuanto tenga controlado lo de los gritos, que estoy trabajando en ello también, me podrás dar un sobresaliente (bueno, notable, que todo es mejorable), porque cumplimos todos los demás puntos 😉
Besos!
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Totalmente de acuerdo, no nos damos cuenta de la cantidad de cosas que hacemos mal, me recuerda a algo que leí hace tiempo Si oyes algo se te olvidara. Si lo ves lo recordaras. Si lo escuchas, lo ves y lo haces lo ENTENDERAS
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Mas o menos lo hacemos todo menos los alimentos jejejeje es que las lentejas y yo no somos amigas por suerte a papa salvaje y a los abuelos les gusta mucho así que con ellos comera mas veces. Por lo demas se intenta aunque a veces cuesta un poco. Un besazo.
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jajaja, qué gracia me ha hecho lo del perro, pobrecito con lo guapo que es Perrogato!!! A mí mi marido me intenta reeducar también con el tema de la verdura, me la esconde bien entre bacon y bechamel y me la como encantada, jajaja. Un beso guapa!
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Ay lo de los gritos es lo que peor llevo yo también, pero hoy estoy supercontenta porque ya llevo 3 días sin gritar, yujuuu!!!!! Seguro que te mereces un sobresaliente. Un besazo!
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Muy buena la frase, y muy cierta también. Gracias por la visita, un besazo!
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Hombre si no te gusta una cosa es normal, pero es que conozco gente que come 4 cosas contadas y luego se extraña que su hijo coma también cuatro cosas (casualmente las mismas). Y digo yo que da que pensar un poco ¿no? Un beso!!
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