Pues sí, que me he puesto a dieta. No tenía pensado ponerme a escribir hoy este post, de hecho ni siquiera tenía pensado contártelo. No por nada, no me entiendas mal, no te lo iba a contar por el simple hecho de que supongo que te importará bien poco cuánto peso o dejo de pesar. ¿Y por qué te lo cuento al final? Pues básicamente por mi. Porque supongo que si lo cuento aquí me será más difícil desviarme del camino y caer en las garras de esa rica paella que ronda mi cabeza no puedo catar. Así que sí, este es un post egoísta puro y duro, y no, no hace falta que sigas leyendo.