El fracaso de mi lactancia. #proyectoK

Sí, porque fue un fracaso total y absoluto. Un mes duró la lactancia de monstruitomayor.

Yo, como todas las embarazadas en proyecto de primerizas, durante el embarazo aprovechando que serían mis últimos meses con tiempo para mi en unos 18 años aprox. me había leído todo lo que había podido y más sobre embarazo, bebés, lactancia y crianza, así que con tanta instrucción ya estaba preparada para ser madre de un rollizo y precioso bebé y salir victoriosa de todo lo que nos viniera por delante ¿verdad?. Pues no, un rotundo no. Las «prácticas» son mucho más difíciles que la teoría e intervienen factores que no te has «estudiado».

Los tres

¿Por qué fracasó mi lactancia?

Primer error. No recibir apoyo por parte del hospital donde di a luz, el Hospital «Virgen de de la Arrixaca», en Murcia, hospital supuestamente amigo de la lactancia. Supongo (y espero) que no será así siempre, pero por lo menos en mi caso, parece que tenían bastante interés en que mi lactancia fracasara.

Monstruitomayor nació con 4,050 kilitos de nada. Resulta que a los bebés que nacen con más de 4 kilos les van controlando el azúcar, una de las veces que se lo midieron parece que no salió como tenía que salir y ese fue el comienzo del fracaso de mi lactancia. Empezaron a traerme biberones sin parar, biberones que yo al principio no le daba, yo quería darle la teta a mi niño. Una de las veces que entraron y vieron la mesilla llena de bibes me preguntaron que porqué no se los estaba dando y les dije que yo no los había pedido, que yo lo que quería era dar la teta, pero nadie me ayudó. Me siguieron trayendo biberones. Al final, te hacen dudar de todo y alguno le di, no se me fuera a morir mi niño de hambre. Hoy en día sé que lo que me tenían que haber dicho es que no me quitara al niño de la teta, pero nadie me lo dijo. Yo había leído mucho pero no estaba preparada para tener un niño con más de 4 kilos y que me asediaran a biberones.

Segundo error. Chupete. Monstruitomayor nació a las 15:40, después de una larga noche sin dormir absolutamente nada, por lo que su primera noche de vida, después de un parto y más de 48 horas sin dormir estaba realmente agotada. Y mi hijo, como es lógico, tenía hambre. Y mi madre, que fue quien se quedó a acompañarme, con toda la buena intención del mundo para que su niña, o sea yo, descansara, pero con muy poquita información sobre el tema, me insistía en hacer uso del chupete para que se calmara y yo pudiera dormir un poquito. Me negué y me negué, hasta que claudiqué, y empezamos a engañar a mi niño con el chupete. Hoy en día sé que mi niño no se tenía que haber movido de mi cama y yo podría haber descansado mientras él comía.

Con su tetita

Tercer error. Hacerle más caso de la cuenta al pediatra. Como buena primeriza, confiaba plenamente en el pediatra, sin saber que a veces se equivocan, y mucho. En una de las revisiones en las que mi niño no había engordado lo que él quería que engordara, me dio un bote de leche en polvo, por si acaso me hacía falta, me dijo. Y me lo llevé a mi casa. Por si acaso. Hoy en día sé que ese bote de leche en polvo se tenía que haber quedado en la consulta.

Cuarto error. Escuchar a la gente. Desde esa visita que te dice preocupada que si no tienes por casa un botecito de leche en polvo (por si acaso, of course) hasta tu madre o el vecino dando consejos no pedidos, oír hasta la saciedad por parte de todo el mundo que este niño no puede estar todo el día en la teta, que te va a dejar seca, que tienes que descansar, que antes se daba el pecho cada tres horas y todo iba bien…y mil sandeces más que a la gente le gusta soltar por la boca. Hoy en día he desarrollado una sorprendente habilidad para parecer que escucho y simplemente asentir cuando en realidad la «información» que me están dando está entrando por un oído y saliendo por otro sin quedar registro alguno en el cerebro.

Y debido a todas esas razones, monstruitomayor tomó su primer biberón antes de cumplir su primer mes y, evidentemente, eso fue derivando en cada vez menos teta y más biberones.

Su primer biberón

Su primer biberón

Hoy en día lo sé, entonces no lo sabía.

Si estás embarazada y quieres darle el pecho a tu hijo no cometas mis errores. Por favor. Tu churumbel y tú lo agradeceréis.

La práctica de la lactancia materna es, con diferencia, la intervención más eficaz para prevenir la desnutrición. Provee todos los nutrientes necesarios en esta etapa, protege con anticuerpos ante varias patologías y elude la posibilidad de contaminación externa del alimento al salir directamente del cuerpo de la madre.

Con motivo de la Semana Internacional de la Lactancia (del 1 al 7 de agosto) Madresfera colabora con  Acción contra el Hambre poniendo en marcha una campaña de donativos que tiene como objetivo recaudar fondos para continuar con sus proyectos de promoción de la lactancia tanto en países con altas tasas de desnutrición infantil como en situaciones post-traumáticas después de una catástrofe natural o de un conflicto. Si quieres ayudar puedes hacer un donativo, el que quieras, no hay mínimo, pinchando aquí.

¿Me ayudas a compartir para que nadie más cometa mis errores?

34 comentarios en “El fracaso de mi lactancia. #proyectoK

    1. La maternidad de Krika en Suiza Autor

      Con el peque mejor pero todavía me quedaba por aprender, me emperré y conseguí LME hasta los 5 meses pero a partir de ahí empezó la presión de la AC y entre unas cosas y otras terminé con la lactancia materna sobre los 6 meses, contenta porque había logrado mucho más que con el mayor, aunque ahora me arrepiento, cuando tenga un tercero ya tengo el aprendizaje de la presión de la AC también hecho, jeje.

      Me gusta

      Responder
  1. UnaMadredelSigloXXI

    Tengo una amiga que hace un mes ha sido mamá y le está pasando muy parecido a ti. Su marido, su madre, su suegra e incluso en el hospital, venga a decirle que le dé biberones, que ella no tiene suficiente leche, porque el niño quiere comer a las dos horas en vez de cada tres etc. Tuvo un mal agarre al principio y no le enseñaron a coger una postura correcta, sino una que le resultaba muy incómoda. El otro día, en su casa, tuve que enseñarle yo y se quedó asombrada con la diferencia. Ella tiene leche de sobra y el niño no parece que pase hambre. Yo tampoco quiero darle lecciones, así que, cuando me pide un consejo, le digo lo que pienso, pero claro, con su marido y su madre todo el día persiguiéndola con el biberón… Ella tiene miedo de que el niño pase hambre y quiere lo mejor para él, claro.
    En fin, cuando somos primerizas estamos muy confusas y queremos hacerlo bien. Seguro que tu experiencia te ayudó con tu segundo hijo y espero que ayude a otras mamás. Yo, de momento, le voy a enviar este post a mi amiga. Besos!

    Le gusta a 1 persona

    Responder
  2. Mari

    Realmente hubo todo un cúmulo de circunstancias que no te facilitaron las cosas…Yo me considero muy afortunada porque mis tres lactancias han sido y son (la tercera aún continúa) un éxito. Mis tres hijos han nacido en Ginebra y la verdad que tanto en el hospital como con la matrona que viene a casa después del parto he encontrado un gran apoyo. También me vino muy bien estar lejos de la familia, aunque pueda sonar mal, porque los peores consejos los recibí de mi madre y es enfermera de pediatría. Una vez vino de visita cuando la mayor tenía 8 meses y lo primero que me dijo es que yo estaba muy delgada y que eso era por dar el pecho, así que a ver si empezaba a darle biberón y papillas a la niña, que con la lactancia ya había cumplido de sobra…Un saludo!

    Le gusta a 1 persona

    Responder
    1. La maternidad de Krika en Suiza Autor

      Tela, eso es lo que más rabia me da, que precisamente en la gente en la que se supone que más puedes confiar porque se supone que se dedican a ello y no están actualizados en absoluto.Ya te digo, el hospital donde di a luz se consideraba «amigo de la lactancia», pero poner unos cartelitos por el hospital diciendo que la LM es lo mejor no es suficiente, tienes además que tener información actualizada y veraz a disposición de la gente, digo yo. A lo mejor mi historia hubiera sido completamente diferente si hubieran puesto a mi disposición una asesora de lactancia, figura que por aquel entonces yo ni sabía que existía. En fin. Enhorabuena por tus tres lactancias!

      Me gusta

      Responder
  3. nuevemesesyundiadespues

    ¡¡¡Me ha encantado el post!!! La inexperiencia es lo que tiene… Es complicado y hay poco apoyo y mucho bocachancla, bienintencionado, sí pero… Comparto para prevenir a primerizas. Me hubiera venido genial leerte cuando nació El Santo

    Le gusta a 1 persona

    Responder
    1. La maternidad de Krika en Suiza Autor

      El caso es que que los consejos sean bienintencionados no quita que no han sido pedidos y que en esos momentos de primeriza miedosa te inunda un mar de dudas que «pá qué», pudiendo dar como resultado como en mi caso, que todo se junte y se fastidie el tema. Una pena. Un abrazo!!

      Me gusta

      Responder
  4. Patadita

    Me gusta mucho tu entrada por varias cosas. Primero porque admites tus fallos y eso es muy difícil, no todas lo hacen. Porque aunque te informaste mucho, hay veces que es muy importante que el resto también lo esté, y con el biberón más normalizado que el pecho es muy difícil. Porque lo cuentas, porque hablas en primera persona y me encanta pensar que alguna premamá dé con tu blog y tome buena nota de este post.
    Gracias por escribirlo.
    Lo que no me gusta nada es lo difícil que te lo ponen para dar el pecho. Me llevan los demonios.
    Un besazo.

    Le gusta a 1 persona

    Responder
  5. maravilla1972

    Hola. Había escrito algo ayer y no se porque no pude publicarlo. Veamos si me acuerdo… yo era de las que antes de llegar al quinto mes de embarazo decía que teta la justa y la palabra lactancia casi solo me sonaba, de las de prontito a dormir solo y las vacaciones con los abuelos…y de repente a los cinco meses llego a mi vida mi Doula, y todo cambio, tome posesión de mi cuerpo y de mi embarazo y todo fue uno, de repente la lactancia, el colecho, el protocolo anti maltrato de mi parto fue el único lenguaje que entendía, como dices me lo leí todo, respeto, apego, lactancia a demanda…y llego el día, contracciones desde las cinco de la mañana, todo un día de contracciones muy dolorosas, mi Doula finalmente me envío al hospital porque no dilataba y mis dolores eran casi ya insoportables, ir al hospital fue empeorar la situación, deje de dilatar, si ya iba lenta en casa, los dolores iban en aumento y a mi alrededor un hospital con matronas jefas militares, después de 40h acabo en cesárea, llegue a la cesárea ya con mucha epidural porque como decía los dolores iban en aumento…y cuando nació mi bruja se me olvido todo y en el todo lo mas importante, que aunque acabase en cesárea no quería separarme de mi hija y me separe 8h. aun hoy lo sufro y veo sus consecuencias, imagino que la dieron un biberón, pero ese fue el primero y ultimo que tomo en su vida, lo que vino después fue una lactancia a demanda y durante 4 diciembres, nunca tomo un biberón, lo intentamos cuando empece a trabajar y los tiraba contra la pared, prefería pasar hambre, con las papillas o cereales lo mismo, siempre esperando sus ansiadas tetas.
    Cuando escucho a mi se me fue la leche, no tenia suficiente, mi pediatra me dice que ya compagine con biberón que se queda con hambre, que no duerma con mi bebe que no es bueno, que… ya no digo nada, ni cuento mi experiencia…porque al final me da la impresión de que las madres acaban agotadas de las suegras, cunadas, madres, amigos, maridos diciendo esto y lo otro…y prefieren dejar la lactancia y las entiendo porque pase por lo mismo, pero yo empece a soltar francesitas del tiempo: es que aun das el pecho? noooo, es una ilusión óptica, solo lo ves tu» y un par de borderias mas.
    Sigo pensando que los grandes detractores de nuestra lactancia son las propias parejas, aunque sea por detrás, aunque no lo digan, pero conozco pocos maridos que faciliten la lactancia a demanda y en el tiempo, pocos gestionan la casa, las compras, los amigos para que nosotras podamos dedicarnos en cuerpo y alma a dar el pecho. Porque al principio, los primeros seis meses, se necesita calma.
    Uy! Espero no haberme pasado escribiendo. Aunque creo que si.
    Sorry!

    Le gusta a 1 persona

    Responder
    1. La maternidad de Krika en Suiza Autor

      Que te vas a pasar escribiendo mujer! Muchas gracias por contar tu experiencia, que además me encanta 😉 En mi caso mi marido sí me apoyaba, pero desde la misma base de ignorancia que yo, a pesar de que él también había leído, pero es que es eso, de la teoría a la práctica es complicado! Y con el peque conseguí casi 6 meses de LME gracias a él que estaba en paro y se ocupaba de la casa y del mayor, aunque todavía el otro día tuve que escuchar a mi madre diciéndome que hay que ver lo mal que lo pasó mi marido con la lactancia del peque por empeñarme en la teta, pero es que aunque la teta sea mía es responsabilidad de los dos! A mi madre ni le contesté, para qué 😟

      Me gusta

      Responder
      1. Alicia

        Madre soltera y si no hubiese sido por la lactancia y el colecho hubiese sucumbido. Ambas cosas me permitieron descansar y ocuparme de la casa y desde que cumplió 13 meses ir a trabajar. Ánimo a todas a contactar con la liga de la leche, Doulas… No hay leches aguadas,. Nunca pese ni medí a mi hija, mi instinto me guió, si hubiese hecho caso de los percentiles….

        Le gusta a 1 persona

  6. Noelia.aileoN

    Lo malo tambien es que, una vez has estado con el niño pegado a la teta como 15 dias tras dar a luz y no pilla peso ninguno, es cuando te asustan diciendo q tu leche no es buena, está muy aguada y no es de calidad (a pesar de tomar todo lo recomendado para prducir mas leche). Y asi es como me pasé a la lactancia mixta unos meses… al menos algo es algo!besito!

    Le gusta a 1 persona

    Responder
    1. La maternidad de Krika en Suiza Autor

      Que manía con meterse con las leches que producimos, si el cuerpo produce la leche perfecta para tu bebé, de eso hay duda!!! Puede haber mal agarre, mala posición, o mil problemas más (que se pueden solucionar con información), pero mala leche no. Gracias por contar tu experiencia también guapa. Un besito.

      Me gusta

      Responder
    2. Alicia

      Por eso hay que ser conscientes de que quizas esos primeros gramos no son tan necesarios, la mia perdía peso y yo eres que erre confiando en mi Doula y mi instinto, por eso es tan importante buscar ayuda fuera del entorno negativo.

      Le gusta a 1 persona

      Responder
  7. Pingback: Lo mejor de la semana. Del 17 al 23 de agosto. | La maternidad de Krika en Suiza

  8. Mis chic@s y yo

    Ay, ay, ay…Una cosa detrás de otra!! Lo compartiré por si ayuda a alguien. Mi mediana nació con 4 y el peque 4,250 kg. y n recuerdo que les controlaran el azúcar. De hecho yo sí que en el embarazo tenía intolerancia a la glucosa.Aunque claro, cuando salen tan grandes normalmente tiene algo que ver!!

    Le gusta a 1 persona

    Responder
  9. Lai - Asi piensa mamá

    ai que me habia perdido este post tuyo!!!
    Lo voy a compartir porque ojala estos consejos lleguen lejos, porque son presiones que uno recibe. La mia nacio con 3.850 y no le traian biberones, pero nadie me ayudo a enseñarle a colocarse bien, y ella nunca succiono bien (y siempre ha sido algo comodona) y sali del hospital con una recomendacion de leche en polvo. Y cuando no subia como debia segun su curva (por haber nacido con ese peso) el pediatra me amenazaba con que la mataba de hambre. Ojo, que la niña no perdia peso, solo subia poquito. Fue un pediatra de España (suerte que estuvimos alli al mes y poco de nacer ella) que con un metodo un poco rustico me enseño que mi leche alimentaba, y que era el sistema digestivo de la niña que iba muy rapido, por lo que todo lo que ingeria, lo «cagaba» literalmente. Pero entonces, todo eran presiones, y biberones, y caras de estas loca por insistir…pero creo que eso de vivir lejos y gustarme dar pelea hizo que le diera leche hasta el año (aunque sucumbi a lo de las horas y demas) Hoy sigue sin subir mucho de peso y sana que es ella…tengo ganas de llevarla a ese primer pediatra que me amenzaba.
    Con la pequeña hice lo que me dio la gana, y fue ella que con 18 meses decidió que prefería colacao a teta….y solo conoce el biberon por las muñecas 🙂

    Le gusta a 1 persona

    Responder

Deja tu comentario y me harás un poquito más feliz ;-)