En casa ya no se grita. Avances

Sabéis que hace un tiempo empecé con el reto de «En casa ya no se grita«.
Pues bien, no está siendo fácil, algunos días noto como poco a poco voy llenando mi vaso de los gritos hasta que al final, por lo más nimio, se desborda y acabo gritando y tengo que volver a poner el contador a cero. De hecho, hemos pasado unos días muy nerviosos todos, en los que tenía que poner el contador a cero a diario.
Qué desastre pensareis!!! Pues no, todavía no he conseguido mi objetivo de poder decir que me controlo y consigo frenarme antes de que llegue el grito a la garganta. Pero sí que noto avances. Noto que me conozco un poco más y que los niños están más tranquilos. Todos tenemos días por supuesto, afortunadamente no somos robots, pero la tónica general estos últimos días parece que es de un poco más de tranquilidad. Y se agradece.
Y os largo todo este rollo porque os quería contar un «truquillo» que últimamente estoy poniendo en práctica y que veo que me va muy bien, por si queréis aplicarlo.
Situación ejemplo:
Voy a clase de alemán. Por delante casi media hora de camino. El peque va en el carricoche y el grande o en la mochila o en la plataforma adosada al carricoche, depende del día.
 
ANTES:
Monstruitopequeño: yo quiero andando.
Yo: no, vamos con el carricoche porque está muy lejos y si vas andando podemos llegar mañana, si eso.
Monstruitopequeño: No!! Yo quiero ir andandoooooo.
 (y a partir de aquí la conversación es repe -mientras mi vaso de los gritos se va llenando y al final se desborda- hasta que, lo monto en el carricoche obligado y llegamos tarde, no sin haber gritado antes, claro)
AHORA:
Monstruitopequeño: yo quiero andando.
Yo: no, vamos con el carricoche porque está muy lejos y si vas andando podemos llegar mañana, si eso.
Monstruitopequeño: No!! Yo quiero ir andandoooooo.
(A partir de ahí ya sé que vamos por mal camino, por lo que cambio la estrategia, que para eso soy la adulta)
Yo: Vale, vamos a hacer una cosa ¿vale? tienes dos opciones, puedes ir en el carricoche o puedes quedarte aquí, ¿qué prefieres?
Monstruitopequeño: En el carricoche!! (y encima con una sonrisa, en serio)
Se monta el solito en el carricoche y nos vamos a clase, llegamos a tiempo, sin estrés y sin gritos.
Todos contentos.
Aclaración importante:
No confundir con: Si no te montas en el carricoche te quedas aquí.
Esto último es una amenaza, lo que yo he hecho ha sido darle dos opciones y él ha «sido libre» para elegir una de ellas. Evidentemente, las dos opciones que le presento van «sesgadas a mi favor» para que elija la que yo quiero, porque el día que me diga que prefiere quedarse en casa lo llevo chungo. Pero bueno, por ahora con lo que me quedo es con que él cree que ha elegido libremente y que nos hemos ahorrado una situación de estrés.

Probarlo, ya veréis como os sorprenderá el resultado!!

PD. Y por si no conoceís el grupo de facebook gracias al que sigo el reto os dejo el enlace. El grupo se llama «En casa ya no se grita»

26 comentarios en “En casa ya no se grita. Avances

  1. Mama De Verdad

    Toma ya!!!! Como me alegro que vayas notando esa tranquilidad. Aunq haya momentos o les tiro por la ventans o me tiro yo jjjj, negaré si me preguntas haber dicho tirar, pero la rutina y el hábito se ca notandi y lo van entendiendo.
    Tu truco me servía un tiempo ya no. Ahora dice q se queda. He llegado a irme cerrando la puerta y todo de casa y abrir y el jugando a lo suyo o bien montándome un pollo.
    Pero hasta q t pille el truco aprovecha
    Un besazo guapa

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  2. UnaMadre delSigloXXI

    Enhorabuena por los avances! Poquito a poco y no te preocupes por las recaídas, que con el tiempo lo conseguirás.
    Con tu truco me pasa lo que a Mamá De Verdad, que mi hijo dice que se queda y tan pancho se pone a jugar… Y a ver qué haces, porque tú misma le has dado la opción y si te echas para atrás malo, malo, malo… Besos!

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  3. Nueve meses Y un día después

    Si te dice que en casa coges la puerta y te vas tan feliz. Verás lo que tarda en ir detrás! Sobre todo si se lo vendes en plan que vas a ir jugando a lo que sea por el camino, otra buena opción para que deje de darte la tabarra con que quiere ir andando.
    Yo aún no grito porque es muy peque pero… sé que no me libraré pese a que tengo muchos ases en la manga ya que me dedico a la educación. A ver si no se cumple lo de en casa del herrero… Enhorabuena por tu superación.
    ¡Te sigo!

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  4. sonia bs

    Me has quedado helada! A ver, en mi casa no se grita mucho pero en algunas situaciones… Uffffff como me cuesta controlarme.
    Que edad tienen tus hijos? Es q yo creo q Alvaro aun no sabe decidir así, o si y yo no lo he probado…
    Un besazo

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  5. Krika Alcaide

    He puesto este ejemplo porque me hace mucha gracia la cara de felicidad que pone cuando se sube todo convencido al carricoche, pero por suerte no todas las alternativas son falsas, otra que me va muy bien es «¿Prefieres que te ayude mamá a recoger o recoges tú sólo?» Ahí son las dos «verdaderas» y, aunque siempre elige la de que le ayude yo, ANTES acababa recogiendo yo sola y con cabreo incluido, así que salgo ganando 😉 Un besito nena!

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  6. Krika Alcaide

    Hombre yo le doy esa opción a sabiendas de que le encanta venir a la guarde y ni él mismo contempla la opción de quedarse, sino otro gallo cantaría….pero bueno, lo mismo un día me la da con queso y tengo que improvisar! Un besito!

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  7. Baberos Y Claquetas

    Jajajaja muuuy buenooooooo, eso se llama psicología materna y lo demás es tontería. Yo estoy en esa fase en la que Vikingo quiere ir caminando, no le dejo y monta un circo, pero aún no puedo mantener una conversación así que llevo a un niño histérico si llevo prisa, o a paso de tortuga los dos si no la tenemos. Besotes.

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  8. Brenda

    Acabo de descubrir tu blog y me encanta!! Voy a echarle un buen vistazo porque me vendrá bien :). De moemnto este post me ha encantado, como yo me enfrento a esa situación día sí y día también, pondré en práctica tu técnica a ver si me funciona igual de bien que a ti.

    Y voy a buscar el grupo en Facebook.

    bs

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  9. Oscar

    Gracias por la idea Krika! Se torna complicado no gritar cuando cada vez tenemos menos paciencia para todo, cuando está vida estresante que llevamos nos hace pagarlo todo con la que nos llevan la contraria más a menudo (nuestra pareja y nuestros hijos) y sabemos que una mala contestación no tendrá el mismo efecto que con tu jefe (al que no se la puedes dar). Voy a intentar ponerla en práctica. Ya lo hacía con la ropa, cuando quiere elegirla él, le daba a elegir entre mis dos opciones pero se quedaba contento por ser quien tomates la decisión. Suerte!

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